Ellas fueron grandes amigas y sus familias vivieron durante mucho tiempo cerca…sus hijos jugaron trompo y a las escondidas en las calles del barrio, hasta que fue necesario irse a vivir a otro sitio para hacerle la vida más llevadera a los jóvenes ansiosos de ser profesionales.
Cuando llegó el momento de despedirse, la señora Teresa tuvo a bien regalarle una planta del árbol llamado ficus, abundante en la región y apreciado por la sombra que dan sus ramales, a las amigas más cercanas. Para ella era un testimonio y homenaje a la amistad de tantos años con las vecinas con quienes compartieron dichas e infortunios propios de la vida.
La señora Istmenia, sembró el ficus que le regaló Doña Tere en el mejor lugar de su finca donde proyectaba muy buena sombra. Con el tiempo, se murieron algunos y sólo quedó en pie uno de los árboles sembrados, al que un día de torrencial aguacero ¡le cayó un rayo que lo partió en dos! Todos presagiaron lo peor para el árbol que la señora Teresa les había obsequiado como testimonio de los momentos compartidos y la amistad de tantos años.
Hoy en día, varias entidades y monumentos del departamento de Cundinamarca llevan el nombre de la señora Teresa; lo que muchos no saben es de lo ejemplar que fue. Sus amigas ¡que no fueron pocas! siempre dan testimonio.
A la señora Tere se la llevó una de tantas enfermedades que abundan por estos tiempos, pero quedó su legado de mujer luchadora, buena amiga. Mientras en la vereda catalamonte del municipio de tena, muy cerca de la laguna de Pedro Palo, el árbol más hermoso del sector, a pesar de las adversidades del clima, se pavonea con sus hermosas ramas dando sombra, alegrando el entorno y convirtiéndose en el símbolo a la amistad sincera, el compartir expectativas con sus luchas para lograrlas, al tesón de una persona transparente, bondadosa, que siempre tuvo ese don y la magia que llevan las señoras Tere de nuestros entornos.
Hoy día, cada vez que llegan los grupos de ciclistas y caminantes a descansar en la tienda de la señora Gilma, allá en la vereda catalamonte, alguno de sus familiares sale a contar la historia del árbol de ficus más bello del sector con el cual la señora Tere madre del actual gobernador, sus tantas amigas entrañables y la familia del profe Julio Espejo, recordaran que Dios en su sabiduría les dio la oportunidad de ser parte del paso por la vida de ese gran ser humano que se llamó TERESA.